Construimos con el plástico reciclado

Las grandes edificaciones del Zulia para 2123 ya no contarán con ladrillos, placas prefabricadas u hormigón. Para ese momento, los bloques ecológicos que surgirán de la fundición del plástico que hoy en día se desechan en las calles y abundan en las cañadas de una ciudad, serán los nuevos que utilizarían los constructores del momento.

Alexander Rodríguez

Alexander Rodríguez

Maracaibo 1996. Periodista de Versión Final. Universidad Católica Cecilio Acosta (Unica)

LA CIENCIA AVANZADA DE LOS MATERIALES HIZO DEL ZULIA UNA REGIÓN VERDE

Maracaibo por ejemplo, tan golpeada por la basura, en especial los envases del llamado “refresco desechable” que en su popular tamaño de litro y medio y dos litros casi siempre culmina en el Lago tras ser arrojado a las cañadas, se visualiza como una ciudad verde. 

Así lo expresa Antonio Soto, integrante de la fundación ambientalista “La Papelera Tiene Hambre”, ubicada en la populosa barriada Ciudad Lossada, situada al noroeste de Maracaibo justo frente a la descuidada sede de la Asociación de Profesores de LUZ (Apuz), quien disparó su imaginación a 100 años al futuro y contempló cómo el plástico sería el nuevo material para construir viviendas, centros comerciales y edificios a futuro. 

Mientras justificaba su posición, frente al equipo reporteril de Versión Final, el joven debidamente protegido del inclemente sol con un sombrero de explorador y sudadera manga larga, realizó un recorrido por la Escuela Luz del Saber, institución con seis salones improvisados, sin construcción sólida y donde actualmente 340 niños ven clases.

En este lugar Soto explicó que “La Papelera tiene Hambre” ha desarrollado diferentes actividades a través del uso de ecobloques y que han servido para la construcción de cercas perimetrales con “botellas de plástico”, que aunque algo rudimentarias, han servido para mantener en resguardo a quienes a diario asisten a la institución educativa.

“Me imagino este método como una alternativa para construir escuelas, casas y otro tipo de estructura en unos 100 años, pienso que esta práctica puede representar un cambio significativo en la construcción de viviendas ecológicas que contribuyan a mantener más limpio el ambiente”, dijo el joven ambientalista.

Los ecobloques son botellas plásticas a las cuales luego de su uso, se les rellena con elementos variados que pueden ser  bolsas plásticas, arena u otro material con el fin de lograr la presión del  envase. Aunque no es utilizado con frecuencia en el estado Zulia, hay quienes consideran que dentro de unos años puede ser una las prácticas más viables para proteger el medio ambiente.

Marielvis Manzanero tiene la vista puesta en el futuro, mientras se encontraba realizando labores domésticas en su casa, ubicada en la parroquia Luis hurtado Higuera, al sur de Maracaibo, la joven se visualizó en un escenario similar al planteado por Antonio Soto e imaginó la posibilidad de vivir en un hogar construido completamente con plástico. 

En su corta experiencia que se ve reflejada en su rostro cándido dice que si se le diera un mejor uso a la cantidad de envases arrojados en el lago pudiéramos tener grandes edificaciones hechas plástico que pudieran adornar la ciudad de un modo más pintoresco. 

Según un informe publicado por la Dirección de Sustentabilidad Ambiental de la Universidad Católica Andrés Bello (Ucab), en el país se desecha unas 500.000 toneladas de plástico al año, y solo el 2 % son reutilizadas, lo que sin duda representa una gran cantidad de envases desperdiciados que siguen causando problemas en el ámbito ambiental.

«Se calcula que la ciudad de Maracaibo genera 3000 toneladas diarias de basura, lo que equivale a una cantidad de 1 millón 95 mil residuos desechados en el período de un año.».

El  Zulia a través del Complejo Petroquímico Ana María Campos, ubicado en los Puertos de Altagracia, municipio Miranda, ocupa el primer lugar en la fabricación de plástico en el país con una producción de 3,5 millones de toneladas métricas anuales. Sin embargo, ante la falta de centros de transferencia para reducir el volumen de los desechos, el reciclaje se ha convertido en una tarea muy difícil en los últimos años. 

Se calcula que la ciudad de Maracaibo genera 3000 toneladas diarias de basura, lo que equivale a una cantidad de 1 millón 95 mil residuos desechados en el período de un año.

“El Zulia produce mucho plástico pero también tiene que aprender a procesarlo, para eso es necesario abrir centros de acopio en las 18 parroquias que conforman el municipio porque los rellenos sanitarios están colapsados, dijo el ambientalista.

Además explicó que otra de las medidas para frenar la contaminación por plástico consiste en dejar de producir dicho material, lo que a su juicio resulta una opción poco probable.

“Es difícil que se detenga la producción porque todo los productos vienen en paquetes y botellas es por eso que debe existir una corresponsabilidad por parte de los consumidores y el estado para que todos nos involucremos en el tema porque hay demasiado plástico. El momento de actuar es ya”, advirtió.

Utilizar ecobloques para la construcción de casas permite que más de  4000 kilos de plástico puedan ser reutilizados, lo que sin duda es una manera positiva de contribuir con el cuidado del medio ambiente. 

Además, al tratarse de elementos reciclados presentan una mayor durabilidad y un costo más económico en comparación con los materiales que se usan comúnmente en las labores de albañilería. 

«Yo siento que esta idea va a evolucionar, probablemente en un futuro ya no se haga el ecobloque con botellas, quizás en ese entonces se pueda fundir el envase para crear madera de plástico al igual que techos y vigas, eso sería lo ideal», puntualizó el representante de La Papelera Tiene Hambre.