Carta del futuro desde Cabimas
Han pasado casi 200 años. Y nos escriben desde la calurosa Cabimas. La ciudad se ha vuelto inteligente, como la mayoría de la región. La tecnología conquista todos los espacios de la vida diaria, hay mascobots en las casas de familias que ayudan a los niños con sus tareas y tiempos de ocio.
Alejandro Rosas Jiménez
Cabimas 1991. Educador egresado de la Universidad del Zulia.
UNA MISIÓN PARA TODOS. CARTA AL PRESENTE ¿O AL PASADO?
Queridos lectores, estoy en el año 2200 en Cabimas. Esto es el futuro, aunque hay muchas cosas que no han cambiado: se siente el mismo calor de siempre, el café sabe igual y escucho unas gaiticas buenas de esas de las viejas.
Les escribo para contarles cómo es el Zulia del futuro, para empezar, quiero que sepan que la tecnología ha llegado a todos nuestros rincones: para enterarme de las noticias tengo mis gafas de realidad virtual en las que puedo reunirme con mi grupo favorito que va compartiendo videos y links de los acontecimientos del día: es hermoso poder vivir nuestra clasificación al mundial como si estuviese dentro del campo de fútbol, poder darle un lepe a los políticos que siguen dando discursos que no se ajustan a la realidad y además, vivir unos minutos de naturaleza y desconexión a pesar de estar en la sala de mi casa, luego, me voy al grupo del trabajo, el home office se adueñó de todos los empleos que pudo.
En los otros cuartos mis hijos están en clases con sus profesores vistos como un holograma y que pueden revisar en tiempo real sus ejercicios de matemática y sus errores ortográficos, en el recreo juegan también con sus lentes de realidad virtual, o hacen video llamadas para presentarse con sus “mascobots” -mascotas robots- que van transmitiendo todo a sus redes sociales. Y por otra parte, mi esposa está organizando sus tareas pendientes con la ayuda de sus bots de trabajo, sí, la automatización ayuda a trabajar más eficientemente pero seguimos estando muy ocupados. Por suerte, los fines de semana podemos pasear a los malls acondicionados y disfrutar de un tiempo en familia en la playa, o esquiando, o sentados bajo un árbol comiendo mangos bajo un techo de cristal que nos proporciona una capa de protección pero que nos permite ver todo el cielo a nuestro alrededor.
Parece que la tecnología ha resuelto todos los problemas, pero no, en estos 200 años el cambio climático nos ha llevado a temperaturas más altas y sequías pronunciadas y esto hace que todo el estado Zulia parezca un desierto. Ahora nuestro mayor recurso natural y nuestro bien más preciado es el Lago de Maracaibo.
Pasaron muchísimos años para finalmente concientizar a personas, empresas y gobierno de la importancia que tiene este recurso, pero hoy gracias a la nanotecnología -y al cambio en la mentalidad de todos los habitantes- pudimos borrar todo rastro del petróleo y otros contaminantes que en él se encontraban. Parece impresionante cómo la biodiversidad nos lo agradece, generando la vuelta de fauna silvestre, gran variedad de peces, aves, anfibios y reptiles que migraron a nuestro paraíso. Es una belleza todo nuestro lago y sus alrededores, poder hacer ejercicio en calma, sentado debajo de árboles frondosos y sentir la brisa de esta zona hace que podamos mitigar el calor que se siente.
Seguimos siendo zona petrolera, pero ya los combustibles fósiles pasaron a la historia con el cambio a energías renovables, y ahora explotamos la energía solar, que no es para nada un problema ya que estamos en la Tierra del Sol amado. Desde el año 2060 se dejaron de producir vehículos a gasolina o gasoil, y con la llegada de los carros voladores en el 2100 y un manejo más eficiente de los residuos reducimos al mínimo la contaminación ambiental por cauchos y plásticos.
«Pudimos borrar todo rastro del petróleo y otros contaminantes que en él se encontraban».
A mediados del siglo XXI, en el año 2058, muchas de las familias zulianas que estaban regadas por el mundo regresaron a reconstruir la región y aunque hay múltiples aspectos influenciados por la cultura extranjera, la idiosincrasia del zuliano permanece intacta, sólo mejorados por un sentido de trabajo arduo y de lucha contra las injusticias.
De igual forma, muchos de ellos decidieron no regresar y aún después de 200 años hay millones de zulianos regados por el mundo y derramando su cultura inclusive hasta otros planetas. Si, otros planetas: con el avance en la exploración espacial muchos zulianos ya son residentes en la Luna y Marte y más allá, de hecho, aquí tengo un imancito para la nevera que me trajo mi tío la última vez que vino a visitarnos desde el planeta rojo. Me dijo que los patacones, mandocas y tequeyoyos son parte del menú en muchas de las ferias de comidas en Marte, pero que la arepa cabimera sabe mejor aquí en el Zulia que en cualquier otra parte del universo, esa misma sensación se vive con la Feria de la Chinita y la navidad: siempre en el Zulia será mejor, con gaiticas viejas o nuevas, con la familia y la tranquilidad de saber que ésta es tu tierra.
Nuestra región tiene entonces los recursos más importantes para ser una potencia mundial hoy y dentro de mil años más: agua, energía solar, petróleo, comercio internacional, una infraestructura en desarrollo, sistema financiero estable y una estabilidad política y social gracias a las mejoras significativas en la educación, donde se prioriza el esfuerzo del estudiante, la capacidad de resolver problemas y el trabajo colaborativo y se penaliza con toda la fuerza las faltas de: ética, respeto y/o profesionalismo. Gracias a Dios y a la Chinita los profesores hoy son reconocidos y remunerados cómo realmente lo merecen, el respeto y la admiración a esta noble profesión siempre fue piedra angular en el desarrollo de la sociedad, y con su ayuda, se han formado millones de personas más que trabajan de forma incansable para mejorar calidad de vida propia y de extraños, con una visión de servicio y con la convicción de que lo que se hace con amor siempre dejará una huella positiva que durará 100mil años más.
Yo soy hijo de extranjeros que fueron hijos de zulianos y estoy aquí enalteciendo mi cultura y orgulloso de haber tenido la dicha de haber sido hijo de esta tierra y de mi Chinita.
Queridos lectores, zulianos de corazón, soy un investigador en física cuántica que participó en la construcción de un acelerador de partículas que nos lleva hacia distintos universos en distintas etapas de la historia, les escribo esta carta porque ésta es la única posibilidad que tenemos de sobrevivir en el futuro. El futuro descrito sólo es posible si tomamos acción hoy mismo, los cambios en el mundo podrían hacer desaparecer toda nuestra región, quedando sólo nuestros recuerdos de lo que un día fue, es una misión para todos, por favor luchemos por un mundo más justo, unámonos para alcanzar nuestros objetivos y ayudemos a quien lo necesite, no dejemos perder esta hermosa tierra.
Alejandro Rosas Jiménez
Profesor de Matemática y Física en @profmath.alex y Licenciado en Educación mención Matemática y Física. Egresado Cum laude de LUZ en el año 2013. Asesor Educativo Editorial Santillana (2015-2018). Docente Investigador en el Centro de Formación e Investigación Padre Joaquín - Fe y Alegría (2012-2013)